“Hoy vamos a hacer un poco de historia aquí”- Steve Jobs.
Steve Jobs falleció el pasado 5 de octubre a los 56 años, víctima de un cáncer de páncreas que lo aquejaba desde hacía siete años, un día después del lanzamiento del nuevo iPhone 4S.
Jobs fue cofundador y presidente ejecutivo de Apple, y el mayor accionista individual de The Walt Disney Company. Fundó Apple en 1976 en el garaje de su casa, junto a su amigo de la infancia Steve Wozniak. Muchos le bautizan como un visionario, su objetivo era innovar: en 1984, su compañía lanzaba el Macintosh 128K, que fue el primer ordenador personal que se comercializó con gran éxito que usaba una interfaz gráfica de usuario y un ratón en vez de la línea de comandos.
Durante los años 90, transformó una empresa subsidiaria adquirida a Lucasfilm en Pixar. La integración de esta compañía en Disney, convertiría a Jobs en el mayor accionista individual del gigante del entretenimiento. Jobs también revolucionó la industria musical lanzando el iPod en 2001 y iTunes en 2003. Ya en 2009, iTunes acaparaba el 25 por ciento de la venta de música en los Estados Unidos, y es la mayor tienda musical por volumen de ventas de la historia.
La pérdida de Steve Jobs ha conmocionado al mundo, no sólo por ser uno de los mayores innovadores del momento, sino también porque ha sabido hacer del marketing, el ingenio, y la tecnología una mezcla que tiene el éxito asegurado. Ha transformado en muchos aspectos la vida de los usuarios, consiguiendo que millones de personas disfruten de alguno de sus inventos. ¿Cuántos de los que tenéis alrededor no tienen un iPod?
Las repercusiones de su muerte ya son más que evidentes: sólo hay que echar un vistazo a las redes sociales para comprobar el gran impacto que ha causado. Personalidades como Obama o Bill Gates han mostrado su admiración y no han dudado en publicar sus alabanzas hacia el empresario: “El mundo perdió un visionario. Él transformó nuestras vidas, redefinió industrias enteras y consiguió una de las proezas en la historia de la humanidad: cambió el modo en el que vemos el mundo.”, afirmaba el presidente de los Estados Unidos. El día de su muerte se llegaron a generar casi 10.000 tweets por segundo en Twitter, lo que le convierte en uno de los sucesos más comentados en la historia de la red social. En YouTube, el vídeo más descargado su discurso en la universidad de Stanford en 2005, dónde incitaba a los jóvenes a perseguir sus sueños. “Acordarme de que voy a morir pronto me ayuda a tomar las decisiones…Acordarse de que vas a morir es la mejor manera de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo, no hay razón para que no sigas a tu corazón…Tu tiempo es limitado, no lo desprecies”, dijo.
En las redes también se rumorea acerca del futuro de Apple: hay quienes creen que sin Steve Jobs llega el declive, y quienes afirman que ahora llega una nueva etapa dorada. La competencia no dudará en aprovechar para identificar su muerte a la pérdida del espíritu de Apple, de hecho ya se pueden leer comentarios como “Era Apple de Jobs, y no Jobs de Apple” o “Apple ya no tiene a alguien tan creativo y ambicioso como Jobs con quien contar”. Pero lo cierto es que la compañía telefónica estadounidense AT & T afirma que el nuevo iPhone 4S ha recibido 200.000 reservas en 12 horas tras la muerte de Jobs, siendo el lanzamiento del iPhone más exitoso que han tenido.
Steve Jobs es un ejemplo de inspiración, ha hecho historia transformando en muchos aspectos el modo de vida con sus inventos. El iPod, iPad o iPhone son ejemplos de la revolución tecnológica que ha llevado a cabo. Estos días muchos le recuerdan llevando flores a la puerta de las Apple Stores. Yo le rindo mi particular homenaje escribiendo este post desde mi MacBook.
Por Paula Rausell.
Esta entrada era indispensable para su blog. Como también era imprescindible el discurso de Steve Jobs para este post.¡Buen trabajó! los genios deberían de inventar un sistema informático que les permita vivir más.
ResponderEliminarHablando de inspiración... Esas palabras de Jobs no pueden menos que ponernos las pilas.
ResponderEliminarOs cuento mi caso.
Soy estudiante de comunicación audiovisual en la Universitat de València, y el otro día se retransmitió desde el salón de actos el programa "Hoy por hoy", de la Cadena SER. La muerte de Jobs había acaecido hacía unas horas, cuando me presenté en la facultad, y me enteré en las escaleras, a las 7 de la mañana, mientras esperaba entrar.
Yo no consumo productos de Apple; la razón mayoritaria es que mi bolsillo no me lo permite, aunque también hay algo (mucho) de "anti-tendencia" en mi actitud respecto de los productos de la manzanita (si ya los tienen la mayoría, ¿por qué yo? xD). Bueno, como he dicho, yo no tengo actualmente iPod, iPad, iPhone ni un maravilloso portátil Macintosh... pero provoqué, con mi contundente exclamación, que todos los que esperaban conmigo en las escaleras de la facultad se girasen a ver qué me había pasado. Me quedé helada: ¡Steve Jobs!
A Jobs lo recordaron, cómo no, en el programa; hicieron referencia a este discurso, que nos recomendaron encarecidamente visitar, si no lo conocíamos.
Es verdad que todo lo que ha sido este hombre no sale de la nada, que no es en balde, y que ha escrito sus buenas páginas de la historia tecnológica y cultural actual.
Y también es verdad que hay una brecha que nos hace apenarnos por la muerte de alguien así en pleno caos económico y humano, a nivel mundial. Ya corren las imágenes críticas por facebook: esas que dicen que cada día muere gente debido a todos los conflictos en que el mundo está inmerso. Y nosotros no miramos. ¿Es exagerado? ¿Es una cosa distinta? ¿O es, quizá, una cuestión de prioridad?