No hace mucho me deshice en alagos hacia ella, y ya han empezado a lloverle los premios. La película Melancolía, del danés Lars von Trier, ganó ayer el premio al mejor filme europeo de 2011, y dio así por buenos los pronósticos que la señalaban como favorita de los galardones anuales de la Academia del Cine Europeo.
El filme de Von Trier, ausente en Berlín tras el escándalo en el Festival de Cannes por expresar "simpatía" por Hitler, se llevó también el premio Carlo di Palma a la mejor fotografía -al chileno-danés Manuel Alberto Claro- y a la dirección artística, para Jette Lehmann.
El premio a la mejor actriz no reconoció sin embargo el trabajo de ninguna de las intérpretes de esta película, Kirsten Dunst y Charlotte Gainsbourg, ambas candidatas, sino el de la británica Tilda Swinton, por su papel en Tenemos que hablar de Kevin. El galardón de mejor actor, entretanto, distinguió a su compatriota Colin Firth, por El discurso del rey, una película que resultó ganadora asimismo del galardón del público por votación a través de internet.
La danesa Susanne Bier culminó la exitosa carrera de En un mundo mejor, por la que obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera, con el premio a la mejor dirección, mientras que el alemán Wim Wenders, alma-mater, director y co-fundador de la Academia, se llevó el del mejor documental con Pina, el film en 3D dedicado a la fallecida coreógrafa Pina Bausch. Otro título destacado del año, la cinta belga El niño de la bicicleta, de los hermanos Dardenne, triunfó en la categoría de mejor guión.
España tuvo también su parcela de premios, de la mano del filme Chico y Rita, de Fernando Trueba, Javier Mariscal y Tono Errando, que ganó el galardón correspondiente a la mejor cinta de animación. Alberto Iglesias se vuelve de vació al no ganar el premio a la mejor banda sonóra por La piel que habito, que si ganó con Los abrazos rotos.
El filme de Von Trier, ausente en Berlín tras el escándalo en el Festival de Cannes por expresar "simpatía" por Hitler, se llevó también el premio Carlo di Palma a la mejor fotografía -al chileno-danés Manuel Alberto Claro- y a la dirección artística, para Jette Lehmann.
El premio a la mejor actriz no reconoció sin embargo el trabajo de ninguna de las intérpretes de esta película, Kirsten Dunst y Charlotte Gainsbourg, ambas candidatas, sino el de la británica Tilda Swinton, por su papel en Tenemos que hablar de Kevin. El galardón de mejor actor, entretanto, distinguió a su compatriota Colin Firth, por El discurso del rey, una película que resultó ganadora asimismo del galardón del público por votación a través de internet.
La danesa Susanne Bier culminó la exitosa carrera de En un mundo mejor, por la que obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera, con el premio a la mejor dirección, mientras que el alemán Wim Wenders, alma-mater, director y co-fundador de la Academia, se llevó el del mejor documental con Pina, el film en 3D dedicado a la fallecida coreógrafa Pina Bausch. Otro título destacado del año, la cinta belga El niño de la bicicleta, de los hermanos Dardenne, triunfó en la categoría de mejor guión.
España tuvo también su parcela de premios, de la mano del filme Chico y Rita, de Fernando Trueba, Javier Mariscal y Tono Errando, que ganó el galardón correspondiente a la mejor cinta de animación. Alberto Iglesias se vuelve de vació al no ganar el premio a la mejor banda sonóra por La piel que habito, que si ganó con Los abrazos rotos.
Falta esperar a ver si los Oscar también se riden ante Melancolía y se dignan a nominarla, no estoy yo muy seguro, parece que el punto de mira está puesto en la francesa The artist.
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